Sabemos que en la simetría, el orden se establece en la más pura tranquilidad...
¿Qué pasa entonces cuando visitamos el caos?
Maravilloso caos, que nos quiebra, y pone nuestra seguridad en jaque... entonces:
Mira atrás, y aunque no parezca, hay un vacío enorme...
Nada que temer, sólo un momento de reflexión,
mil años enfrentando molinos hacen de su temple un escudo impenetrable.
Mira su entorno y la soledad es su mayor frío...
Recorre su espalda, pero sabe, que 'el otro' es solo una mala construcción,
de tanta verborrea que va y viene.
Mira adelante, y el desafío es mayor...
cruzar la segunda puerta no será lo mismo que cuando atravesó la tercera,
ésta, contrae mundos imaginarios que ni en sus sueños.
Tiene la llave, y con incertidumbre...
(Extracto de "El Libro de los Amores Ambiguos", Altamira)