(Tell me lies, tell me sweet little lies...)
Ahí, donde todo era mentira...
cada lágrima, y cada dolor.
Cada sonrisa, y esa piel...
Construcción ficticia de un Te quiero que nunca existió.
Todo un espejismo...
Siempre, una idealización de una figura de arcilla.
Una caricia que proyectaba siempre un fin...
Y así fue como Moisés nunca pudo ver su tierra prometida...
...así fue como vimos desaparecer nuestro paraíso.
Ese que construimos... lleno de noches inconclusas.
Altamira.
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