31 agosto, 2011

Agosto...



Totó se fué un 26 de agosto... Un día de conmoción y emociones fuertes. Decidió dormir y no volver a despertar...
Aun parece que escucho su rueda girar al compás de sus pequeñas patas, que quizá por diversión o por capear un poco el frío, característico de este mes, hacía de su pequeño refugio una fiesta de ruidos nocturnos...
Ese día sucedieron muchas cosas trágicas, cosas tristes... segundos de pánico, dolor, rabia, pena... Imágenes, fotografías y cuadros que detesto por el solo hecho de estar ahí...
Ese día Totó se abrazó a su último suspiro, el mismo día que mi corazón fue arrancado y hoy solo existe un espacio vacío en su lugar, y me da una impotencia enorme, no haber estado en el segundo exacto cuando mas me necesitaba...
Estaba ocupado. Tratando de comprender las escenas de ese tormentoso libro que hoy, con tristeza y locura cierro y almaceno en un lugar de mi mente al que no quiero volver jamás, desde donde aun a lo lejos, escucho los sollozos de un final desgarrador... Ese maldito final que mi pobre alma y yo pensábamos que ya habíamos leído en otro agosto, lejano, tan lejano...

Línea 1 (revisitado)

  Prefiero ser nada, a que ser otro. (Apariencia, Altamira 2018)  I Nuestro viaje de regreso llegó con el otoño. Tu mirabas al suelo y yo al...